La regeneración creativa es la esencia de la vida misma. Nuestro niño interior, al ir sanando, se convierte en un creador. – John Bradshaw
John me dice esto y yo sé esto: a medida que fui desde los 40 a los 50 y a los 60, y ahora que voy desde los 60 a los 70, la alegría-porque-sí, la seguridad-segura: portátil (sin un otro, otra, o cosa alguna que la brinde), la pasión creadora encendida (y a veces incendiaria jaja) y la gratitud a flor de alma y de labios, han ido creciendo y afianzándose; y todo lo ha ido “haciendo” mi niño interior que, al ir sanando, fue dando espacio y poder a mi adulto interior. A ese “nacido y creciendo” poder adulto llamo “inteligencia vincular” o “amor bueno”… pero por sobre todo, ¡qué lindo es vivir así!
Feliz Día del Niño!