CUANDO HACER DIETA ENGORDA
¿Qué hacer cuando la ansiedad destruye la intención de una dieta?
- CÓMO SUPERAR LOS EXCESOS AL COMER
- CÓMO PREVENIR LOS EXCESOS EN LOS HIJOS
- CÓMO RELACIONAR LA MANERA DE COMER Y AMAR
Sobre el libro
Con o sin exceso de peso
Llamo compulsión al impulso que hace imperativo actuar la necesidad de masticar y tragar comida, en general sin saborear y haciendo otras cosas.
Con o sin exceso de peso, la superación de la compulsión puede ser un camino hacia la sabiduría, y sin superación tal vez sólo un problema: al querer que el peso baje, la compulsión, que en razón del funcionamiento natural de la mente no puede ser controlada con la fuerza de voluntad, puede impedir el adelgazamiento o producir un aumento de peso con respecto al inicio de una dieta.
Adquirir el poder de atenuar o eliminar la compulsión implica: conocer qué es y cómo funciona, registrarla cuando aparece, saber qué conviene hacer y qué no, enterarse de cuál es su origen como parte de la posibilidad de aprender a prevenirla en la siguiente generación, y reconocer su influencia sobre la imagen corporal, la manera de vincularse y el desarrollo de los talentos y capacidades. Un reconocimiento práctico que da como resultado un proceso de reorientación con respecto a las ideas que sustentan las decisiones y acciones en todos los ámbitos de la vida.
Qué podes encontrar
Cómo superar la compulsión hacia la comida. Aplicable a los excesos de otras sustancias, como el cigarrillo. Aplicable a los excesos de actividades.
Las maneras vinculares que sustentan la superación de los excesos de comida, otras sustancias y actividades.
Conocimientos y recursos para la prevención de las adicciones.
Ideas y recursos concretos para la superación de los conflictos en el ámbito familiar y social.
Capítulo I
Bocado no es pecado
Moralizar el alimento
afecta al organismo
– Marc David
Pequé
Me permito
Cometí una transgresión
Me dejan
Puedo
No puedo
Me enganché
Me prometí
¿Utilizás estas palabras o frases? Formaban parte de mi lenguaje cuando hacía dieta. Por favor, volvé a mirarlas, una por una.
¿Qué sentís con pequé? Yo sentía culpa. Había tenido un desliz, una falla. Me sentía débil, averiada. Curiosamente, la palabra pecar significa en griego errar el blanco, no acertar. No posee ninguna de las connotaciones culpógenas que caracterizan el uso que le damos.
¿Y las otras?
Me permito evoca me prohíbo.
Cometí una transgresión remite a la sensación de ser una persona descontrolada y autodestructiva. La palabra transgresión sugiere una falta. Cuando llamaba transgresiones a mis compulsiones me sentía indigna, al margen de la ley, proscrita.
Buscá transgredir en el diccionario y te darás cuenta de que su uso, aplicado en cualquier ámbito que se relacione con la nutrición, es potencialmente dañino.
A mí, estas interpretaciones sólo me sirvieron para sentirme mal; para retroceder y no para avanzar, para enfermarme y no para sanar, para estancarme y no para crecer.
¿Y me prometí? ¡Recuerdo cuánta presión con estas dos palabras!
Examiná las otras.
Imaginá puedo, no puedo, me dejan en los labios de un niño que necesita pedir permiso.
Comer sin pedir permiso ni disculpas
Capítulos
Páginas
Un testimonio de la autora acerca de los conocimientos y recursos que gestaron su éxito, y el de asistentes a sus cursos, para superar la compulsión hacia la comida y la obesidad, y el aprendizaje de maneras vinculares que propiciaron, y siguen propiciando, la esencial armonía sustentadora de la recuperación.
Sobre la autora.
Obtuve los conocimientos del yoga, el budismo Zen y, especialmente, de una escuela de Cuarto Camino. Otra escuela que resultó relevante fue un grupo de anónimos llamado AMAP: Asociación de Mujeres Adictas a Personas, donde aprendí a relacionar mis excesos al comer con mis excesos al vincularme, a lo cual la escuela me enseñó a identificar como los roles del rescatador, el perseguidor y la víctima.
Sin duda haber sido una obesa que con dietas subía y bajaba de peso y volvía a subir, y haber sido coordinadora de grupos de dietarios, contribuyó enormemente a valorar los conocimientos teórico prácticos que me llevaron al convencimiento, personal y profesional, de que aprender a superar la ansiedad como método lógico para limitar los excesos, es un poder liberador que edificó mi salud en el más amplio sentido.