La máquina de crear

Así me llamó una querida amiga allá por el 93´ cuando creaba La Semilla, mi trabajo-origen, que tomaba, tal como lo hace la vida toda, elementos del entorno desde la necesidad y la oportunidad. La necesidad mía, en principio, de solucionar la ansiedad hacia la comida, y la necesidad de la comunidad, tal como lo vi al ser coordinadora de grupos de dietarios.

Y junto a “sos una máquina de crear”, esta joya: “permití que cada creación tenga su proceso, su tiempo para enraizar, crecer y desarrollarse”.

Ese tiempo incluye a su vez, como te imaginarás, el tiempo de dejar morir, de ver morir lo creado, porque simplemente: “le llegó su tiempo”.

Así que crear se convirtió en un laboratorio o en un invernadero con un campo cercano, que recibió a cada semilla en desarrollo hasta su plenitud. Y luego, de lo que fue quedando, sumado a la experiencia adquirida y las nuevas necesidades y oportunidades, resultó, tal como hace el universo, en las semillas para lo siguiente.

Todo el proceso es escenario para la transformación del miedo, para la sanación, y para hacer visibles las potencialidades de bienestar y abundancia a todo nivel, o lo que suele llamarse “empoderamientos” y a mí me gusta llamar sabidurías o maestrías en el campo más importante: el vincular, conmigo misma al tiempo que con los demás.

El contexto creador es justamente eso: un contexto. El trabajo con pares, doy fe, es esencial para visibilizar el contexto, para ordenar prioridades a llevar a cabo, enterarse de recursos, encontrar fisuras por donde pueda escurrirse la energía y el propósito. Por ésto Ilu-minas.

Por zoom: 2 módulos con un intervalo de algunos minutos. Si la onda lo requiere, veremos, en cada encuentro, si amerita el inicio de un 3er módulo. La cosa será 1 vez al mes a las 17 horas. y se podrá empezar en cualquier mes.

Nos ayudarán “los mayores” en esto, desde textos actuales y antiguos.