¿Qué nos dicen las siguientes verdades?:

  • No soy bueno, soy completo –Jung.
  • Las adicciones son bendiciones encubiertas. –Osho.
  • No le temas a los errores, no existen. –Davis.

En India, allá por el 88, me sobrevino esta verdad: “La imperfección es una interpretación”. Así que claro que no: las fallas no nos traen madurez sino el modo de percibirlas, interpretarlas, aceptarlas y, sobre todo, tratarlas. Y, de esas interpretaciones, la que me resulta más útil es la visión de que las fallas son el perpetuo material provisto por la vida-tal-como-es para mover la rueda de la transformación: del sufrimiento al entendimiento, de la demanda al pedido, de la queja al protagonismo, de la limitación a las nuevas posibilidades. Última perlita. Desconozco el autor:

 

  • Cuando me surge una emoción negativa, lo que me ha ocurrido es un “estallido de incomprensión”. Cada día, entonces, tengo un espacio (o varios) para preguntarme ante el enojo, la tristeza, el miedo…: ¿Qué no estoy comprendiendo? Generalmente no obtengo respuesta, no de inmediato, aunque eso sí: la sola pregunta transforma el instante. La sola pregunta, ése es el truco, y luego confío: la respuesta vendrá.