¿Qué nos comemos cuando comemos de más?
Ansiedad: otra clase de hambre
Pocas cosas han sido tan inútiles, displacenteras y enfermantes como hacer dieta para adelgazar. Cansarse de hacer dieta y de subir y bajar de peso una y otra vez es, sin duda, una experiencia de apertura interior y de expansión de la conciencia.
Hacer dieta se convierte, para muchos, en una forma de vida. La vida pautada cada tres horas. Una grilla donde poco queda librado al instante vivo y mucho para que definan otros, y por anticipado.
El cuerpo nace preparado para sostener un peso cómodo, sin presiones ni intervenciones.
Cansarse de hacer dieta es señal de sabiduría. Cansarse de hacer dieta abre la puerta a nuevos horizontes. Hacer un giro de 180 grados y convertirse en el eje conocedor de qué comer, cuándo comer y cuánto comer es una experiencia liberadora y transformadora.
Las preguntas empiezan a revolotear: “qué tengo que comer” pasa a ser “qué quiero comer” y esto me sugiere “qué quiero de lo que sea”. “Cuánto comer” se convierte en “cuánto es suficiente”, también de lo que sea. “Cuándo comer” significa “defino mis propios tiempos”.
Qué queremos, cuánto es suficiente de lo que sea y definir los propios tiempos: nuestras elecciones, límites y ritmos. ¿Qué es lo que nos estamos “comiendo” cuando comemos de más? Creo que nunca llegaremos a tener bastante de aquello que, para empezar, no era lo que queríamos.